La Selección de Rusia pinta como
la favorita del Grupo H, pero las demás selecciones querrán quitarle ese título
cuando arranque Brasil 2014.
Foto: Getty Images
Los rusos (o, en sentido
estricto, sus precursores soviéticos) alcanzaron los cuartos de final en Suecia
1958, Chile 1962 y México 1970. En los dos primeros campeonatos fueron apeados
por el país anfitrión, mientras que el responsable de su eliminación en Ciudad
de México fue Uruguay, después de una prórroga. La formación eslava ascendió un
peldaño más en Inglaterra 1966, donde, impulsada por el guardameta Lev Yashin y
el delantero Igor Chislenko, encabezó su grupo y batió en cuartos a una
formidable Hungría. A continuación, en cambio, cayó por 2-1 tanto en la
semifinal contra la República Federal de Alemania como en el choque por el
tercer puesto ante Portugal.
En sus dos últimas presencias en
la Copa Mundial de la FIFA™, en 1994 y 2002, los rusos tuvieron que hacer las
maletas tras la primera fase. Y eso que en Estados Unidos deslumbraron con una
goleada de 6-1 sobre Camerún. En ese encuentro, Oleg Salenko firmó cinco goles,
que le valdrían luego el título de máximo goleador del torneo. Las
eliminatorias para los Mundiales de 2006 y 2010 fueron particularmente
frustrantes, sobre todo la de Sudáfrica, donde Rusia fue eliminada por
Eslovenia en la repesca.
La solidez de Rusia comienza por
su jugador más retrasado. El portero Igor Akinfeev jugó todos los minutos de
los partidos de la competición preliminar, y sólo concedió cinco goles en
contra. La defensa funciona bien, comandada por el rocoso Sergey Ignashevich.
En el mediocampo, Victor Faizulin, un jugador que rebosa técnica e
inteligencia, lleva la manija.
El máximo goleador del equipo ha
sido, como cabía esperar, el delantero Alexander Kerzhakov. Aun sin ser siempre
titular, el atacante del Zenit acumuló cinco goles durante la campaña, entre
ellos el decisivo tanto de la victoria sobre Portugal en Moscú. Letal frente a
la portería contraria, el ariete promete hacer estragos en Brasil.
POSIBLE ONCE: