La Selección de Brasil siempre genera miedo en sus rivales, más si el mundial se llevará a cabo en el país de la samba. Los dueños de casa buscan su sexta estrella.
Foto: Globo.com
La primera vez que el mundial llego a Brasil fue en 1950. En aquella edición, apenas la cuarta de las Copas del Mundo, los locales perdieron la final frente a Uruguay. Un acontecimiento que recibió el nombre de ‘Maracanazo’ y se instaló para siempre en el recuerdo de los brasileros.
Desde aquella nefasta tarde en Río de Janeiro, la ‘verde-amarela’ ha ganado cinco títulos mundiales y es quien más la ha ganado. En cada campeonato que conquistó tenía un equipo espectacular y una estrella total. En los 70’ fue Pelé; en los 90’, Romario y en el 200, Ronaldo.
Para esta edición, Neymar se alza como el jugador que tendrá la responsabilidad de liderar al equipo de casa. Pero esta versión de Brasil no luce tanto como sus predecesoras. Al jugar con una pareja de volantes de contención, como son Paulinho y Luiz Gustavo, el entrenador, Felipe Scolari manda un mensaje claro, que el equilibrio es importante para su equipo.
Además, ‘Felipao’ cuenta con dos de los mejores centrales del mundo, Thiago Silva y David Luis. Extremos muy rápidos, Hulk y Willian, hábiles para desbordar por las bandas y mortales en un contragolpe. Y para aprovechar la versatilidad de sus delanteros está Óscar, el buen volante de creación del Chelsea espera consolidarse como el ‘10’ que necesita Brasil, a pesar de usar la 11.
Sin embargo, Brasil no cuenta con un centro delantero de categoría. Son Fred y Jo sus únicas opciones en esa posición. Dos jugadores que actúan en el torneo local y que no gozan de muchas credenciales a nivel internacional.
Recordemos que la selección brasilera integra el Grupo A, y será protagonista del primero partido del este Mundial, cuando el 12 de junio se enfrente a Croacia en Sao Paulo.
Recordemos que la selección brasilera integra el Grupo A, y será protagonista del primero partido del este Mundial, cuando el 12 de junio se enfrente a Croacia en Sao Paulo.
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